E ste trabajo pretende sembrar una inquietud. Nunca antes en la historia de la humanidad hemos estado más cerca de un conflicto bélico global en sus distintas manifestaciones. Para ello vamos a usar todo lo que tenemos a nuestro alcance: sonido, imagen, actores, texto, un disparo que hiera la sensibilidad de todos nosotros. Después que pase lo que sea, el mapa de los conflictos de muerte es tan grande que no se contiene en un planisferio. La convivencia de tres lenguajes desde su independencia real, puede cerrar una propuesta teatral que interese a los espectadores por la vista, el oído o la intuición.
Dirección
| Emilio del Valle
| Ayudante de dirección
| Jorge Muñoz
| Lectura técnica
| Antonio Llopis
| Composición musical
| Montse Muñoz
| Escenografía | Francisco Ramírez
| Vestuario
| [in]constantes teatro
| Espacio sonoro y vídeo
| Jorge Muñoz
| Diseño gráfico
| Jorge Muñoz
| Iluminación
| Íñigo Benítez
| Producción musical
| Mario Gosálvez
| Saxo
| Andrés Gomis
| Voz
| Itziar Álvarez
| Violín | Mirjana Rankovich
| Percusión | Nirankar Khalsa
| Piano | Montse Muñoz
| Contrabajo | José Ramón García
| Estudio de grabación
| Gober music-mac masters
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Alicia
| Anna Ycobalzeta / Inge Martín | Peter | Javier de la Vega
|

Más teatro contra la guerra
"¿Hay alguien ahí?" Son palabras del comienzo de este breve drama de la guerra. Las mismas del final de Cruzadas, de Michel Azama, gran obra estrenada en la pasada temporada en esta misma sala. El teatro y las guerras: pequeñas asambleas que se han sucedido en la calle Ercilla; antes de estas obras, con Las condenadas, de Angélica Liddell (en Lagrada) y con las piezas de Enzo Cormann Diktat (en Lagrada) y Sigue la tormenta (en Cuarta Pared). Modestas reuniones que se manifiestan con el arte contra la guerra, en la engañosa paz de un mundo satisfecho, que vive de la guerra. Y de nuevo, mis dudas: ¿estos encuentros sirven para algo? Sólo sé que en medio de las cruzadas oficiales y la parálisis social, desde un pequeño teatro hay un ciudadano autor y unos ciudadanos actores que quieren expresar su denuncia y su indignación, y lo hacen desde la ficción teatral, en esta reunión. Este "¿hay alguien ahí?" puede ser también desafío e invitación para que nosotros, en nuestro ámbito, también actuemos.
En su primer estreno como autor, Emilio del Valle propone una ficción sencilla, breve, lineal: el encuentro fortuito y el amor de dos jóvenes desconocidos en plena guerra. Los diálogos y monólogos de los personajes tienen también quiebros hacia otros planos de poesía, de teatralidad, de irrealidad. La anécdota crece en círculos gracias a las escenas filmadas que se alternan con la interpretación; algunas amplían la propia historia; otras aportan documentos, testimonios, acusaciones. La música original entrega calidez a esta paradoja de humanidad que resiste en el horror. En el estreno, sus jóvenes intérpretes, incluso en algún exceso de tono, mostraban la energía y la verdad de la ficción, en un montaje que con el tiempo y la confrontación con el público podrá resolver la justa integración de sus recursos.
JOSÉ HENRÍQUEZ 
El amor en tiempos de cólera Cuando todo termine reflexiona sobre el clima prebélico en que vivimos
Cuando el resto del mundo se muere, la salvación puede estar dentro de uno mismo. Mientras los grandes bloques del mundo se pelean, las parejas se siguen queriendo y encontrándose en las esquinas oscuras. La vida sigue, y así lo ha plasmado Emilio del Valle en Cuando todo termine, que se representa hasta el 22 de diciembre en la sala Cuarta Pared.
«Esta obra pretende sembrar una inquietud en un momento de la Humanidad en el que nunca hemos estado más cerca de un conflicto bélico global», dice del Valle. "Es un intento de contactar con los espectadores que tengan interés de compartir una hora de teatro y debatir sobre lo que proponemos"), prosiguió el escritor y director de esta pieza.
En el primer texto propio puesto en pie por Producciones Inconstantes, los dos protagonistas, Peter (Javier de la Vega) y Alicia (Anna Ycobalzeta), se sitúan en un búnker durante un conflicto bélico.
La obra tiene una peculiaridad, y es que se conjugan tres lenguajes artísticos como son la música, que ha corrido a cargo de Montserrat Muñoz; el teatro, «a través de un texto hecho por y para la escena», y lo audiovisual, de la mano de Jorge Muñoz.
"La historia de amor es pequeña, pero dura, y muestra cómo el horror de La guerra convive con la hipotética belleza del amor", concluyó Del Valle, un hombre defensor de las obras que relatan "cosas que la prensa y la televisión obvian", así como apoya "el teatro del pequeño formato que arriesga todo lo que tiene".
Paseo por el amor y la muerte
La compañía Producciones Inconstantes, que dirige Emilio de Valle, presenta un espectáculo en estos días en la sala Cuarta Pared: Cuando todo termine, un montaje escrito y dirigido por el propio del Valle que quiere reflejar y llevar a escena una de las situaciones más terribles por las que puede pasar el ser humano, la guerra, y, más aún, el peligro de un conflicto a gran escala que pueda afectar a todo el planeta. Una cuestión, como es fácil de entender, y por desgracia, de absoluta actualidad.
Según Producciones Inconstantes, el mundo del teatro en particular y el del arte en general no pueden permanecer ajenos a estas situaciones que afectan a todos los seres humanos. "Este trabajo -explican- pretende sembrar una inquietud. Nunca antes en la Historia de la Humanidad hemos estado más cerca de un conflicto bélico global en sus distintas manifestaciones. Para ello vamos a usar todo lo que tenemos a nuestro alcance; sonido, imagen, actores, texto... un disparo que hiera la sensibilidad de todos nosotros. Después, que pase lo que sea. El mapa de los conflictos de muerte es tan grande que no se contiene en un planisferio. La convivencia de tres lenguajes desde su independencia puede cerrar una propuesta teatral que interese a los espectadores más diversos por la vista, el oído o la intuición".
Para llevar a escena tan desasosegadores situaciones y tan significativas propuestas e ideas, el montaje de Cuando todo termine cuenta, únicamente, con la presencia de dos personajes, dos escuetos "él, Peter" y "ella, Alicia" que se resguardan de su mundo en el mismo lugar, y hacen de su amor su último refugio. El amor, una vez más, al final de la escapada.
Objetivos prioritarios
Tal y como declara Emilio del Valle, "Cuando todo termine es un trabajo teatral. El objetivo es contar una historia con distintos lenguajes, todos ellos comprensibles, realmente no sé hacer otra cosa. Emocionarme. Emocionar. Cabrearme. Cabrear. Divertirme. Divertir. Pensar... Porque si me dieran a elegir entre Bush y Sadam creo que me quedaría en mi casa, metido en mi escondite, como mis protagonistas, y, con un poco fortuna, cuando todo termine, quizá todavía quede viva una brizna de sentido común que pueda devolverme la sonrisa".
Miedo, incertidumbre, violencia, explosiones, ráfagas de metralleta, disparos de artillería, gritos de espanto, lamentos de heridos y muertos de algún bando son algunos de los árboles que pueblan este bosque de Producciones Inconstantes, este singular paseo por el amor y la muerte.
A. GUZMÁN
El horror se convierte en la vida misma
Muchos son los intentos de comprender hoy, en una sociedad telemática, el horror de la guerra. Hemos visto montajes que intentaban explicar este fenómeno relegado muchas veces a comentario de telediario. Enzo Cormann —Diktat por la companía de La Grada—, Michel Azama —Cruzadas por la compañía la Guindalera hace pocos meses en la misma Cuarta Pared—, o Marco Antonio de la Parra —Madrid Sarajevo por Transatlántico Teatro en Ensayo 100—, son ejemplos de obras que ya han pasado por Madrid.
Curiosamente, este teatro de creación contemporánea se ha representado en salas alternativas. Y, curiosamente, o no tanto, todo él, con cargas más psicológicas, en unos casos, y declaradamente políticas o poéticas en otros, han incidido sobre lo cotidiano. Algo que el estreno hoy en Cuarta Pared de Producciones Inconstantes, Cuando todo termine, ratifica: «La obra implica una micro-historia de amor en una guerra indeterminada en el tiempo y el espacio». Una historia de dos personas -Javier de la Vega y Anna Ycobalzeta- que sobreviven y se esconden. «Entre ellos surge una historia de amor para la que no encuentran tiempo en una situación tan dura e intensa como la que están viviendo», explica su director y autor Emilio del Valle, muy satisfecho de que su anterior montaje, Abre el ojo de Rojas Zorrilla. Ha sido programado en el Teatro Pavón para abril de 2003 como compañía invitada de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC).
La compañía vuelve con el primer texto del que hasta ahora era tan sólo su director. «Veo la guerra como un lugar donde convive la belleza y el horror. No nos interesa el "gore" de la bomba, si no la mujer que ve eso a 200 metros, sobrevive y tiene que seguir adelante, la cotidianeidad y su poética», explica Del Valle sobre este montaje que apoya la secuencia de escenas dramáticas con una creación de vídeo de Jorge Muñoz y la composición musical de Monsenat Muñoz. «Hay momentos donde, incluso con oscuros, se deja tan sólo la música, para que el espectador pueda escuchar la tremenda composición de cámara que Monserrat ha creado», precisa el director.
Un hombre ciego y una mujer perdidos entre la devastación y el miedo son los elementos de esta obra que reflexiona e indaga sobre la condición humana, pero que intenta buscar «terceras vías» al conficto actual.
PABLO CARUANA CUANDO TODO TERMINE es una producción de [in]constantes teatro y Armar Teatro. |