E l viejo Vacili Vacilich Svetlovidov, cómico, está en el ocaso de su vida. Lo mire por donde lo mire ya no es el que era. Acaba de recibir un homenaje en el que ha interpretado a otro viejo, Kalkax. La noche le sorprende en le camerino de un destartalado teatro de provincias donde se ha producido el homenaje. Tras la representación los aplausos. Y después la inacabable secuencia de vacío, soledad, angustia, alcohol y sueño, por fin sueño. ¡Se ha dormido en el camerino! Y cuando despierta se encuentra más solo aún. Todos se han ido olvidándole en el camerino. Pero, como en el viejo cuento, cuando el último hombre de la tierra se encontraba en su habitación, alguien llamó a la puerta. Otro viejo o joven, qué más da. Nikita Ivanich, el apuntador, vive de la beneficencia. Le pagan mal y no tiene dinero para alquilar una habitación, de modo que después de las representaciones se pierde entre los baúles y se acomoda entre los trapos del vestuario una espaciosa y barata cama. Eso sí, que nadie lo sepa. (Nótese la magnífica elección del rol de Nikita, que pudiendo haber sido aprendiz, maquinista o técnico, Chejov le hace apuntador, rol que hoy, prácticamente ha desaparecido). Ambos inician un camino que para el actor es su canto del cisne. Ya no está sólo y puede contar sus aventuras a otro que también necesita hablar, porque como no es famoso, nadie le escucha nunca. El actor quiere rememorar lo bueno que ha sido y el apuntador lo bueno que nunca fue. Entre ambos, la eterna musa, mujer, amante, inspiradora de delirios, luz y sombra de la vida de todo hombre que se precie, se les presenta en sueños, en momentos mágicos que explican una y otra vez la interminable rueda que es esta vida. Ella cumplirá el rol de actriz cuando sea preciso lo que permite una mayor versatilidad en la selección de las escenas en la versión. Al final, el final. La muerte. Y la esperanza de que cuando algo muere algo nace, y siempre puede ser mejor que lo que se va.
Dirección
| Emilio del Valle
| Ayudante de dirección
| Jorge Muñoz
| Dirección técnica y construcción | Francisco Ramírez
| Escenografía y vestuario
| Cecilia Hernández
| Iluminación | José Manuel Guerra
| Música original
| Montserrat Muñoz | Espacio sonoro y vídeo
| Jorge Muñoz
| Diseño gráfico
| Cecilia Hernández
| Realización vestuario
| Gabriel Besa
| Sastrería
| Claudia Patricia Botero | Asesoría | Gómez Cuesta Asesores
| Producción | [in]constantes teatro
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Vasil Vasilich
| Manuel de Blas
| Nikita Ivanich
| Juan Díaz
| La Musa
| Carolina Solas
| La Música | Raquel Rivera
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El canto del cisne no sólo fue una elaborada versión de la obra homónima de Chejov escenificada anoche en el Teatro Principal por Inconstantes Teatro. Fue sobre todo un enternecedor -pero no por eso menos crítico y real- homenaje a la vida del actor, una existencia llena de alegrías y desgracias, y transformada con los años en un cúmulo de olvidos.
El canto del cisne se convirtió así en un recital de buen hacer por parte del terceto actoral protagonista, compuesto por el veterano Manuel de Blas dando vida a Vasil Vasilich, el joven Juan Díaz como el novato Nikita Ivanich y la burgalesa Carolina Solas -la musa de ambos-, todos ellos acompañados por la música interpretada por Raquel Rivera en directo.
El viejo Vasil Vasilich fue así el eje de esta aventura teatral, quien el día de su homenaje decide emborracharse y olvidarse así de todo, huyendo del matiz negativo que coloca al homenajeado con un pie en la tumba y a menudo en un rincón del olvido. Comenzó así una sucesión de reproches y recuerdos, que mostraron al público asistente la realidad de este mundo voluble e inquietante donde las nuevas generaciones chocan con el deseo de eternidad de los veteranos como Vasil, que ven en el joven Nikita un futuro para la profesión y a la vez, un peligro inminente.
El director Emilio del Valle recupera con este montaje que anoche se estrenó en Buergos, sentimientos personales nacidos a la par que su afición teatral, "ya que Chejov y sus obras me han acompañado siempre, es un autor que he estudiado. Y qué mejor manera que contar con él y con sus propias palabras para dar forma a este homenaje al actor que él plasmó en esta obrita de apenas diez páginas y que hemos convertido en un relato personal de poco más de una hora", explicaba antes del estreno.<
"Este es un proyecto que se ha gestado durante unos cinco años y que tiene mucho que ver con el profundo amor que esta compañía tiene por el actor. Para nosotros es un ser humano de carácter heroico, al que nosotros admiramos, sobre todo en este país tan rico en grandes actores, que están ahí y a los que agradecemos su trabajo".
Inconstantes Teatro es una compañía bien conocida del público de Burgos donde presentaron en 1998 su obra La Vida del Revés y en 1999 La Vida es Sueño, montaje que coprodujo el IMC. Abre el Ojo, de Rojas Zorrilla, fue la propuesta que el pasado año mostraron al público, siempre con la actriz burgalesa Carolina Solas como productora y actriz de la agrupación.
MERCHE MARTÍNEZ EL CANTO DEL CISNE es una producción de [in]constantes teatro. Compañía concertada con la Comunidad de Madrid en colaboración con el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid. |